La importancia de la empleabilidad como objetivo final de la formación

by Zigor Maritxalar

La importancia de la empleabilidad como objetivo final de la formación

by Zigor Maritxalar

by Zigor Maritxalar

Hemos hechos grandes avances desde los inicios de la educación con los primeros libros de texto redactados en escritura cuneiforme en el año 2.000 A.C, pasando por el renacimiento y la sed de conocimiento del antiguo continente, hasta los primeros 20 años de este siglo donde las tendencias educativas ponen en el centro la personalización del aprendizaje del alumno, integrando al profesor, al currículo y al contexto dentro del proceso y dando paso al uso de las nuevas tecnologías como herramientas principales. 

Desde entonces, los logros en materia educativa son muchos y cada paso que se ha dado hacia delante tiene un valor incalculable. Pero seguimos manteniendo un compromiso con los alumnos del presente y del futuro, por lo que la formación y sus contenidos no pueden dejar de evolucionar.  

Hoy en día, en una sociedad que ya cuenta con unas bases sólidas en materias de educación, es hora de permitirnos el lujo de volvernos exquisitos -si se me permite el uso de la palabra-, y refinar los requisitos en cuanto a calidad de la educación. 

Como llevamos tiempo viendo, la Formación Profesional es cada día una opción más elegida y aceptada en los hogares de nuestro país. Tanta es la evolución y el cambio que ha sufrido la FP, que el pasado año las empresas han demandado más candidatos con titulación de Técnico y Técnico Superior que graduados universitarios. 

Pero esto no se ha conseguido del día a la mañana ni es una cumbre a olvidar una vez conseguida. Estos datos optimistas deben servir de indicador y piedra de apoyo para reforzar aquello que se está realizando correctamente. 

En este caso, si queremos seguir aportando a la sociedad una vía más rápida y segura al mercado laboral, es necesario seguir uniendo esfuerzos en una formación orientada a la empleabilidad. 

Las habilidades blandas, el siguiente paso en una formación con foco en la empleabilidad 

Para saber qué es lo que necesitan tener nuestros alumnos a la hora de enfrentarse al mercado laboral no podemos mirar en otro lado que no sea en el jugador clave en esta parte del ciclo; el tejido empresarial. 

Son las empresas participes de este las que viven la actualidad de primera mano y tienen la llave para identificar las necesidades del aquí y ahora. 

Según la Asociación para el Desarrollo del Talento, anteriormente denominada Sociedad Americana de Capacitación y Desarrollo, cuyo objetivo es la ayuda a aquellos agentes que desarrollan talento en el lugar de trabajo, existen unas habilidades claves para la formación con vistas a la empleabilidad. 

Muchas de ellas, sorprendentemente, están más relacionadas con las denominadas “soft skills” o habilidades blandas que con un requerimiento de conocimientos técnicos específicos. 

Habilidades comunicativas

Las habilidades o competencias comunicativas son aquellas relacionadas con los procesos lingüísticos que desarrollamos durante nuestra vida para ser capaces de participar eficientemente y desenvolvernos con destreza en la cultura y ámbito social. 

Aplicado al ámbito educativo, podemos centrar el concepto alrededor de las capacidades que tiene una persona para escribir, leer, hablar y escuchar. Además, viviendo en la era digital, estas habilidades tienen que ser transversales a la comunicación tanto en persona como a través de las herramientas digitales.  

Para ser capaz de cumplir esta necesidad, la formación debe adaptarse a las nuevas tecnologías y proporcionar a los alumnos plataformas donde practicar y mejorar ambos aspectos de esta “soft skill”

Ejemplos concretos de medidas para fomentar el ejercicio de las competencias comunicativas en el caso de la Formación Profesional se pueden observar en las metodologías de aprendizaje online o semipresencial y las tareas de entrega obligatoria de sus evaluaciones continuas.  

Con estas pruebas de evaluación continua, se requiere que los estudiantes pongan en práctica su comprensión lectora y expresión escrita, a la vez que establecen una relación en la que deberán escuchar y expresarse correctamente con su tutor/a.  

Finalmente, se establece en segundo plano una relación con entornos virtuales como los campus virtuales donde se refuerzan las habilidades digitales de los alumnos.  

Inteligencia emocional y autogestión del tiempo

Por otro lado, la inteligencia emocional y autogestión del tiempo son habilidades que cobran gran importancia como consecuencia del cambio de los ambientes laborales hacia espacios más colaborativos donde el trabajo en equipo prima sobre el individualismo. 

En una era donde cada día más empresas adoptan modelos de trabajo como el Agile o SCRUM, muy ligados con el trabajo en grupo y la comunicación fluida, es imprescindible preparar a nuestros estudiantes para saber sacar el máximo partido a estas habilidades. 

Para ello, durante la etapa formativa debemos enfocarnos en un desarrollo de competencias como la autoestima, la motivación y el trabajo por objetivos o las capacidades de planificación. 

En este caso y a riesgo de sonar redundante, vuelve a entrar en juego el modelo de estudio online o semipresencial basado en trabajos con fechas de entrega cerradas. 

Con estas entregas o tareas se consigue que los alumnos empiecen a desarrollar sus habilidades de autogestión del tiempo y capacidades de planificación desde el primer día de formación. 

Al depender sólo de sí mismos (ya sea individualmente o en equipos) para completar las pruebas de evaluación, los estudiantes ejercitan la motivación y autoestima que tan beneficiosas serán el día que deban incorporarse a un ambiente laboral dinámico donde dependerá de ellos mismos para cumplir las entregas y objetivos impuestos. 

Es importante suplir la salida del mercado laboral de talento senior altamente cualificado por jubilaciones mediante la incorporación de jóvenes empleables capacitados para ocupar su lugar. 

Por ello, seguir mejorando la empleabilidad de estos, y por tanto seguir colaborando con el correcto funcionamiento de la economía del país, debe ser una de las principales prioridades en el ámbito educativo. 

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