¿En qué aspectos debería centrarse la Reforma Educativa? Bajo mi punto de vista es necesaria una intervención que intente corregir los siguientes problemas: una elevada tasa de abandono escolar frente a la media europea, una falta de adecuación con el mercado laboral y un déficit de conocimiento de medios digitales.
Soy consciente de que se han producido avances positivos en el camino hacia una educación de calidad. Pero en este sentido, veo algunos ejes estratégicos en los que sería conveniente incidir a la hora de plantear una reforma.
Fomentar el trabajo por proyectos para acercar la metodología de trabajo a la realidad empresarial.
El aprendizaje basado en proyectos (ABP) es una metodología de enseñanza basada en la resolución de problemas o retos mediante un proceso de investigación o desarrollo por parte del alumnado. Esta metodología propicia el trabajo autónomo en los estudiantes, así como un alto nivel de implicación y cooperación similar al que posteriormente se encontrarán en el entorno laboral.
No es una metodología nueva, ni mucho menos. No obstante, en la última década ha adquirido cierta relevancia en el mundo de la educación superior ante la evidencia de un mayor rendimiento académico por parte del alumnado.
Cimentada en las en las teorías de psicólogos y educadores, tales como Jean Piaget, John Dewey o Jerome Brunner, esta metodología aboga por una educación de naturaleza constructivista en los estudiantes aprenden ‘construyendo’ nuevas ideas o conceptos, tomando como base sus propios conocimientos previos y los que van descubriendo.
Siendo así, ¿qué relación guarda con el mundo laboral? El aprendizaje por proyectos concede al estudiante la oportunidad de desarrollar las siguientes competencias profesionales:
- Iniciativa, investigación y creatividad a la hora de diseñar y desarrollar sus propios proyectos, aptitudes básicas en un contexto profesional.
- El desarrollo de la autogestión y autoexigencia en la búsqueda, definición y elaboración del proyecto para responder a unos parámetros de calidad que supongan una mejora con respecto a la situación inicial planeada.
Retos que plantea el aprendizaje por proyectos
Ahora bien, nos encontramos ante un sistema en el que las clases actuales son idénticas, excepto por cuestiones meramente estéticas, a las de décadas anteriores. Estamos atrapados en un modelo que sigue anclado en un aprendizaje memorístico en lugar de enfocarse en el desarrollo del pensamiento crítico, el contraste de fuentes ante la sobreinformación de la que disponen los alumnos…
Y esta problemática también se extiende a los costes que implicaría implementar este aprendizaje por proyectos ya que exige reducir los ratios de alumno/profesor. Una iniciativa cuya puesta en marcha le corresponde al Estado en donde el acceso a la educación es universal.
Un ejemplo de ello lo vemos en el modelo finlandés, situado a la cabeza del mundo académico. Con más del 12% de su PIB invertido en la educación de los jóvenes finlandeses, desde 2016 aplican el método ‘Phenomenon Based Learning’ donde las asignaturas tradicionales han sido sustituidas por proyectos temáticos en los que los alumnos se han apropiado enteramente del proceso de aprendizaje. Lo mismo ocurre en la región canadiense, el tercer país del mundo que más presupuesto dedica a la educación y donde el 95% de los ciudadanos acceden a una educación gratuita y de calidad.
En definitiva, son países donde existe un consenso social y político sobre la adecuación de un sistema que cumpla con las necesidades del alumnado y con las expectativas de futuro.
Promover la ‘competitividad sana’ entre los estudiantes en donde la orientación a resultados es sinónimo de desarrollo personal y académico.
La ‘competitividad sana’, lejos de la connotación negativa que pueda acarrear el concepto, busca un equilibrio entre el deseo de evolución y auto-superación de los estudiantes sin desembocar en un enfrentamiento que repercuta en un ambiente negativo para los involucrados.
- Por un lado, facilita que el alumno no tenga miedo a cometer errores. Y estos errores ya no son asociados con el fracaso, sino que son vistos como una oportunidad de superación.
- El esfuerzo se valora por encima de todo y se relaciona con valores positivos. En un contexto de ‘competitividad sana’ no es necesario ganar siempre, pero es fundamental trabajar por una mejora continua y aspirar a la excelencia.
En este sentido, la competitividad sana enfocada a la consecución de resultados es altamente beneficiosa por tres motivos. En primer lugar, promueve el desarrollo personal y académico. En segundo lugar, según el estudio ‘EPYCE 2019: Posiciones y Competencias más demandadas’ elaborado por EAE Business School y la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos (AEDRH), la orientación a resultados es la competencia más valorada por las empresas en la selección de candidatos. En tercer lugar, en un contexto donde la amenaza no debe ser la competencia sino la incompetencia, esta premisa supone una salida para el modelo actual en el que no se alienta a los estudiantes a salir de su zona de confort, imprescindible para superarse y crecer en todos los sentidos.
Impulsar el emprendimiento desde etapas tempranas para lograr un nivel de independencia mayor frente al Estado que permita a los jóvenes poner en marcha iniciativas de negocio.
La educación tradicional, sustentada en la mera transmisión de información, ha demostrado no ser del todo efectiva. El sistema educativo debe proporcionar las herramientas necesarias para que los estudiantes desarrollen su talento en tres áreas concretas: inteligencia emocional, creatividad y espíritu emprendedor.
La apuesta por la formación de jóvenes más activos, capaces de crear proyectos y llevarlos a término, no solo beneficia su propio éxito personal, sino que también posibilita la creación de una sociedad más emprendedora que no dependa tanto del Estado.
Para ello, es preciso enseñar a los alumnos la importancia de aportar sus propias soluciones a situaciones cotidianas, y darles la oportunidad de lanzarse y dirigir sus propios proyectos. No obstante, debemos alejarnos de las falsas expectativas relacionadas con una concepción del emprendimiento ligada al boom de las ‘apps móviles’, por ejemplo, y pensar en el emprendimiento como alternativa posible para perfiles distintos que no encuentran su lugar trabajando por cuenta ajena. Perfiles creativos, con una iniciativa destacada o un talento específico, cuyo éxito residirá en aportar una visión innovadora a una determinada área y la generación de empleo en torno a esa idea.
Mejorar la oferta educativa actual en materia de digitalización para dar respuesta al actual déficit de talento tecnológico que ralentiza la transformación del país.
La nueva realidad laboral provocada por la situación de emergencia sanitaria ha subrayado la importancia de contar con perfiles digitales para competir en la nueva economía pos-COVID-19. De hecho, según un estudio elaborado por la Fundación VASS y la Universidad Autónoma de Madrid, resolver ese déficit de talento digital permitiría crear un 15% más de empleo especializado. Pero alcanzar este objetivo es necesario formar y preparar a la sociedad en materia de nuevas tecnologías.
En este contexto, veo una oportunidad latente para todos los que trabajamos en el sector de adaptar nuestras titulaciones para formar a la sociedad en aquello que el mercado está demandando realmente. En esta línea de actuación, recientemente se ha aprobado la creación de tres nuevos títulos de Formación Profesional:
- Ciberseguridad en las tecnologías de la operación y de la información
- Digitalización del mantenimiento industrial
- Fabricación inteligente
En definitiva, es el momento propicio para actuar en consonancia con el ritmo marcado por la Agenda Digital en materia de reforma educativa. Y aún más. Un verdadero desafío para que gobiernos como el nuestro introduzcan esta prioridad en sus agendas ahora mismo relegada a segundo plano.
Establecer una actualización programada y constante del profesorado para que esté al tanto de las nuevas herramientas de aprendizaje y métodos de trabajo.
Según un estudio elaborado por la Fundación COTEC, actualmente sólo el 50% de los centros educativos de España dispone de las capacidades y los recursos profesionales para aprender a integrar los dispositivos digitales a la enseñanza-aprendizaje. Igualmente, los últimos datos del Informe PISA revelan como sólo el 45 % de los docentes de la enseñanza pública son diestros en el manejo de las herramientas propias de la ‘educación online’.
A la luz de estos datos, parece claro que la actualización del profesorado en los últimos avances académicos debe ser uno de los ejes estratégicos a abordar dentro de la Reforma Educativa. Por ejemplo, es impensable que en otros ámbitos como la medicina no se apliquen los últimos avances relativos al tratamiento del paciente. Y en este sentido, se debe aplicar el mismo criterio en el ámbito educativo.
Tenemos que sentar las bases para crear una actualización periódica de los docentes en base a las competencias vinculadas a las nuevas exigencias tecnológicas. Igualmente, veo relevante el dar una continuidad a la educación mixta o semipresencial como modelo prioritario de enseñanza y no como medida extraordinaria ante una emergencia sanitaria.