Mucho se ha hablado sobre el teletrabajo durante estas semanas. De hecho, solo me ha hecho falta una simple y rápida búsqueda en Google Trends para comprobarlo. Unos días antes de que se declarara el Estado de Alarma en nuestro país ya subía el interés de manera exponencial en torno a este concepto. Pero es en las últimas dos semanas cuando se ha disparado por completo.
Lo que a lo largo de 2019 solo fueron apariciones esporádicas y ligadas en gran medida a la conciliación familiar, ahora es claramente una tendencia. Consciente de que ha sido este drástico cambio de los acontecimientos lo que ha disparado todo tipo de artículos y opiniones relacionadas con esta medida adoptada por las empresas, me viene a la mente la siguiente reflexión:
¿Estamos las empresas atravesando un momento en el que es legítimo plantearnos qué tipo de tareas podemos hacer en remoto? ¿Hemos tenido tiempo de desarrollar los protocolos adecuados para ponerlas en marcha? ¿Cuentan los trabajadores/as con las habilidades digitales necesarias para hacer frente al escenario actual y seguir desempeñando sus labores de manera igualmente efectiva?
Mi aproximación a todas estas cuestiones la hago desde un punto de vista de “ensayo y error”. Es decir, como una ocasión u oportunidad para comprobar cómo de preparados estamos para afrontar una situación de tal envergadura como la que estamos viviendo. Y, sobre todo, ver si podemos dar continuidad a nuestra actividad empresarial con los mismos resultados.
¿Cómo encontrar la herramienta de teletrabajo más adecuada?
La apuesta ahora es el teletrabajo, está claro. Y creo que, en general, nos encontramos en un punto en el que el desarrollo y la expansión de las tecnologías necesarias para ser eficientes trabajando desde cualquier punto geográfico son más que evidentes. Y aún más, al alcance de casi la totalidad de los trabajadores.
Hoy en día, contamos con numerosas herramientas que posibilitan la implantación del teletrabajo. Estas plataformas llevan ya bastante tiempo estando presentes en el entorno laboral pero quizás no las hemos utilizado como deberíamos por falta de necesidad. Desde un rudimentario correo electrónico para el intercambio de información hasta sistemas de mensajería instantánea (Google Hangouts) o documentos compartidos.
En nuestro caso, desde hace algún tiempo hemos optado por este tipo de herramientas para la optimización del trabajo experimentando las siguientes mejoras:
- Productividad
Las herramientas de trabajo telemático permiten agilizar las tareas que competen a determinados grupos de empleados en la empresa, a partir de la comunicación instantánea y eficiente, la compartición de archivos y la integración tanto de todo tipo de herramientas complementarias.
- Comunicación efectiva
A través del chat instantáneo o incluso llamadas o videollamadas, tenemos la posibilidad de elevar la efectividad de la comunicación interna, antes efectuada a través del correo electrónico, para la consecución de objetivos determinados.
- Trabajo colaborativo
Hemos apostado por conformar equipos de trabajo digitales cuyos miembros comparten la responsabilidad de distintos objetivos y tareas. La creación de estos espacios digitales ayuda a que los miembros de cada equipo se integren en la toma de decisiones, la proposición de ideas y el logro de las metas comunes.
¿Qué podemos esperar del teletrabajo?
Hablando estos días con compañeros y amigos de distintos sectores, yo diría que ahora mismo hay dos prismas bajo los que gira este asunto del teletrabajo. Por un lado, los que están esperando fervientemente a que finalice el aislamiento y puedan retomar su trabajo tal y como hacían hasta la crisis. Pero, por otro lado, me encuentro con casos que parecen haberse dado cuenta de que esto es una ocasión idónea para demostrar la efectividad de este “teletrabajo obligado”.
Obviamente, soy consciente de que no todos los puestos de trabajo son susceptibles de ser trasladados a remoto. No tengo duda de ello. Pero sí que estoy seguro de algo: la relación de algunas personas con su trabajo va a cambiar en un futuro cercano. Ya sea porque han descubierto que son mucho más productivos gracias al teletrabajo o porque han descubierto otras ventajas asociadas al desempeño del mismo.
Lo cierto es que muchas de estas prácticas adoptadas por las empresas como medida impuesta a nivel institucional, puede que se consoliden pasada la pandemia debido a su éxito. Todo se verá.